con dos hijas de Jaime Torres en la Asociación Cultural Tantanakuy |
Viajo a Humahuaca, una ciudad pequeña conocida por su música, en busca de un maestro en el charango, Jaime Torres.
Meses antes, en la ciudad del Cusco, en Perú, una argentina que tocaba el charango (yo también estoy aprendiendo a tocarlo) me sugirió visitar el Tantanakuy, una casa cultural presidida por este charanguista, en Humahuaca. "Allí podrás aprender a tocar charango y además encontrar a Jaime Torres", me dijo la chica argentina.
Jaime Torres (1938) es un charanguista al que siempre escuché tocar en el tocadiscos de mi casa cuando era pequeña. Yo solía tocar la flauta y cada vez que mi padre ponía las canciones como "La Arenosa" o "Caminos de la Puna", yo podía acompañar el ritmo musical. Ahora es esa una forma de sentirme cerca de mi tierra. Siempre que escucho las composiciones de este charanguista encuentro nuevas formas, nunca me cansan, así.
Llegué a Humahuaca en busca de Jaime Torres y fui al Tantanakuy. Pero no lo encontré a él, sí a sus dos hijas y su hijo Juan Cruz. Hermosa coincidencia. Dormí en el Tantanakuy y visité Humahuaca, una hermosa ciudad de los Andes argentinos con ritmos andinos y mucha cultura por explorar.