Casi en la cola de América del Sur. A pocos kilómetros de Ushuaia la ciudad más austral. Ingresando a pasos agigantados hacia el fin del mundo.
Ahora estamos en la región de los lagos, en la ciudad de San Carlos de Bariloche (Argentina), a 2700 kilómetros de Ushuaia. Nos quedan cuatro semanas en nuestra ruta. El tiempo ahora sí pasa volando como el viento que sopla muy fuerte en estas regiones y nos quiere llevar volando.
Bariloche es una ciudad al pie de un enorme lago de aguas transparentes llamado Nahuel Huapi.
Estamos alojados en un buen hotel. Desde mi habitación puedo ver el lago. Y disfrutar el atardecer. Este sí fue un buen día de descanso.
En nuestro próximo itinerario viene Chile y su carretera austral. La carretera austral es muy famosa por ser la más aislada del país. Pinochet la construyó para unir a los pueblos del sur. Allí estaremos dentro de tres días, el domingo, en una de las zonas más bellas de Chile. Siete días de ruta hasta Coyhaique.
Esta noche hemos comido un bife argentino en un restaurante demasiado bueno "Tonys". El cocinero, un tipo llamado Tony, es un gordo pasado de kilos que de profesión debe ser carnicero. Corta la carne con un enorme cuchillo bien afilado y sus manos grandes y gruesas no tienen reparos. Hoy me comí casi una vaca entera, creo que me sirvió medio kilo de "ojo de bife". ¿Qué es eso? Un pedazo de carne que viene de la nalga de la vaca, y que ocupaba la mitad de mi plato (parecía el Matterhorn o Alpamayo en carne). Me costó mucho tiempo poder conquistar la cima de esa delicia sobre el plato.
Mañana salimos a las nueve de la mañana hacia El Bolsón, un pueblo de hippies argentinos, y aquí en la oscuridad de Bariloche, frente al lago, espero que el ojo de bife digiera lentamente por mis intestinos.