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La Chevy, una historia.
Primero anduvimos preocupados por la Patrol que andaba en Las Bahamas, por fin llegó a Guayaquil y Rob y Ewald fueron a recogerla. Tuvieron mucha suerte, pues los agentes de aduanas ayudaron a sacar el carro con mucha facilidad del container.
Segundo en esos días sin Patrol, alquilamos una camioneta en Quito para que nos acompañe junto con la Chevy los primeros días. El conductor, un ecuatoriano muy simpático llamado Lincoln como el presidente de Estados unidos, nos ayudó a transportar las bicicletas y a cuidar de nosotros esos primeros días (además a resolver el caso del choque en Riobamba).
En fin.
Hoy salimos de Guamote hacia un pueblo llamado Chunchi, el escenario precioso en medio de los Andes verdes, bosques de neblina y puntas de montaña que ofrecen un panorama espectacular. Salimos –repito- la Chevy y el carro alquilado (pues Rob y Ewald estaban en Guayaquil), hacia Guamote, la idea era tomar un refrigerio a medio camino.
A las once del mediodía escucho la noticia: “La Chevy se malogró”.
Uyuyuy... ¿qué le pasó?
Yo estaba con Lincoln (el carro alquilado) sirviendo el refrigerio a los ciclistas. La Chevy se quedó en un pueblo llamado Alausí varado en una gasolinera. El chofer de la Chevy había cometido el error con la caja de cambios y se rompió.
Rob, uno de mis jefes, es un poco terco para hacer las cosas. Llamó a Quito para preguntar qué hacer con la Chevy, dónde conseguir el repuesto. Le dijeron: “En Quito”. EN ese momento yo no entendí por qué Rob se fue a Quito. Regresó por carretera más de 400 km en busca del repuesto cuando nosotros estábamos a 200 km de Cuenca, otra ciudad importante.
Yo le dije a Kirsten: “¿Por qué no van a Cuenca?”
Ella me dice en holandés: “es eigenwijs” (es un terco).
El plan era ir a Chunchi con Lincoln. Lo gracioso fue lo siguiente:
Rob se suponía que estaba en Guayaquil recogiendo la Patrol, el famoso carro que enviaron desde Holanda.
Lincoln fue con Kirsten hacia Chunchi, yo me quedé en el refrigerio con los ciclistas. Después de veinte minutos veo a Lincoln regresar con Ewald ¡! ¿Cómo?
A medio camino a Chunchi (como me dice Uchi, esta es de Ripley) los trabajadores ecuatorianos bloquearon las carreteras, pues estaban arreglando las vías. Lincoln no podía pasar hacia Chunchi, tenía que esperar una hora.
“Mira lincoln, voy a caminar hasta el otro lado de la vía para ver qué está pasando”, dice Kirsten a Lincoln en el carro mientras esperaban.
Kirsten se va caminando a ver qué pasa y al otro lado encuentra la Patrol (¡) con Rob y Ewald, estancados en la carretera, pues los trabajadores estaban trabajando.
¿Cómo?
“Acabamos de llegar desde Guayaquil”, le dice Rob a Kirsten, con todas las cosas, entre ellas mi bicicleta.
Para apresurar los eventos Kirsten y Rob se dieron media vuelta y se fueron hacia Chunchi, y Ewald y Lincoln hacia la Chevy.
Después de dos horas conseguimos llegar a Chunchi con todos los ciclistas al único hotel del pueblo. La Chevy evidentemente no estaba, seguía varada en medio de la carretera en una gasolinera.
Discusiones van y discusiones vienen. Le digo a Rob: “´¿por qué no vas a Cuenca a buscar el repuesto?”. El muy terco se fue primero a Riobamba, luego a Ambato y a Quito en busca de la caja de cambios para la Chevy. En fin.
Este percance con la Chevy no fue un problema para seguir el viaje, pues con la Patrol recién llegadita de Holanda y el buen apoyo de Lincoln nosotros seguimos rumbo al sur.
Pero en un momento dado , pues nunca encontraron el repuesto en Quito, cosa que me parece imposible, Rob y Wilbert llamaron a Arequipa (!) a preguntar por el repuesto. “Que nos lo manden por DHL”. Yo dentro de mí me decía están locos.
Los de Arequipa les dijeron: “ustedes están locos, pregunten en Cuenca o en Piura si tienen el repuesto”. Pues Sudamérica no es Holanda ¡!
Cuenca (14/8). Yo llego al hotel en bicicleta. Rob está super feliz. “Encontramos el repuesto”. Yo me rio por dentro. Y le digo a Kirsten: “ya ves ya ves”, andan más locos que una cabra. Yo sabía que el repuesto estaba en Cuenca. Tercos muy tercos.
La Chevy, una historia.
Primero anduvimos preocupados por la Patrol que andaba en Las Bahamas, por fin llegó a Guayaquil y Rob y Ewald fueron a recogerla. Tuvieron mucha suerte, pues los agentes de aduanas ayudaron a sacar el carro con mucha facilidad del container.
Segundo en esos días sin Patrol, alquilamos una camioneta en Quito para que nos acompañe junto con la Chevy los primeros días. El conductor, un ecuatoriano muy simpático llamado Lincoln como el presidente de Estados unidos, nos ayudó a transportar las bicicletas y a cuidar de nosotros esos primeros días (además a resolver el caso del choque en Riobamba).
En fin.
Hoy salimos de Guamote hacia un pueblo llamado Chunchi, el escenario precioso en medio de los Andes verdes, bosques de neblina y puntas de montaña que ofrecen un panorama espectacular. Salimos –repito- la Chevy y el carro alquilado (pues Rob y Ewald estaban en Guayaquil), hacia Guamote, la idea era tomar un refrigerio a medio camino.
A las once del mediodía escucho la noticia: “La Chevy se malogró”.
Uyuyuy... ¿qué le pasó?
Yo estaba con Lincoln (el carro alquilado) sirviendo el refrigerio a los ciclistas. La Chevy se quedó en un pueblo llamado Alausí varado en una gasolinera. El chofer de la Chevy había cometido el error con la caja de cambios y se rompió.
Rob, uno de mis jefes, es un poco terco para hacer las cosas. Llamó a Quito para preguntar qué hacer con la Chevy, dónde conseguir el repuesto. Le dijeron: “En Quito”. EN ese momento yo no entendí por qué Rob se fue a Quito. Regresó por carretera más de 400 km en busca del repuesto cuando nosotros estábamos a 200 km de Cuenca, otra ciudad importante.
Yo le dije a Kirsten: “¿Por qué no van a Cuenca?”
Ella me dice en holandés: “es eigenwijs” (es un terco).
El plan era ir a Chunchi con Lincoln. Lo gracioso fue lo siguiente:
Rob se suponía que estaba en Guayaquil recogiendo la Patrol, el famoso carro que enviaron desde Holanda.
Lincoln fue con Kirsten hacia Chunchi, yo me quedé en el refrigerio con los ciclistas. Después de veinte minutos veo a Lincoln regresar con Ewald ¡! ¿Cómo?
A medio camino a Chunchi (como me dice Uchi, esta es de Ripley) los trabajadores ecuatorianos bloquearon las carreteras, pues estaban arreglando las vías. Lincoln no podía pasar hacia Chunchi, tenía que esperar una hora.
“Mira lincoln, voy a caminar hasta el otro lado de la vía para ver qué está pasando”, dice Kirsten a Lincoln en el carro mientras esperaban.
Kirsten se va caminando a ver qué pasa y al otro lado encuentra la Patrol (¡) con Rob y Ewald, estancados en la carretera, pues los trabajadores estaban trabajando.
¿Cómo?
“Acabamos de llegar desde Guayaquil”, le dice Rob a Kirsten, con todas las cosas, entre ellas mi bicicleta.
Para apresurar los eventos Kirsten y Rob se dieron media vuelta y se fueron hacia Chunchi, y Ewald y Lincoln hacia la Chevy.
Después de dos horas conseguimos llegar a Chunchi con todos los ciclistas al único hotel del pueblo. La Chevy evidentemente no estaba, seguía varada en medio de la carretera en una gasolinera.
Discusiones van y discusiones vienen. Le digo a Rob: “´¿por qué no vas a Cuenca a buscar el repuesto?”. El muy terco se fue primero a Riobamba, luego a Ambato y a Quito en busca de la caja de cambios para la Chevy. En fin.
Este percance con la Chevy no fue un problema para seguir el viaje, pues con la Patrol recién llegadita de Holanda y el buen apoyo de Lincoln nosotros seguimos rumbo al sur.
Pero en un momento dado , pues nunca encontraron el repuesto en Quito, cosa que me parece imposible, Rob y Wilbert llamaron a Arequipa (!) a preguntar por el repuesto. “Que nos lo manden por DHL”. Yo dentro de mí me decía están locos.
Los de Arequipa les dijeron: “ustedes están locos, pregunten en Cuenca o en Piura si tienen el repuesto”. Pues Sudamérica no es Holanda ¡!
Cuenca (14/8). Yo llego al hotel en bicicleta. Rob está super feliz. “Encontramos el repuesto”. Yo me rio por dentro. Y le digo a Kirsten: “ya ves ya ves”, andan más locos que una cabra. Yo sabía que el repuesto estaba en Cuenca. Tercos muy tercos.
1 comentario:
que genial oye !!!! la bici verde esta dando unas vueltas mundiales unicas, no? que excelentes fotos! cuando pasen por los matorrales andinos por Piura deben haber ceibos ya sabesssssssssssssss
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