Al principio del día todo parecía muy tranquilo. El sol brillaba y la carretera no era demasiado empinada. Sin embargo, al paso de las horas, los kilómetros y las piernas empezaban a hacerse pesados como dos bloques de plomo sobre los pedales, y las nubes hicieron su aparición con un chubasco demasiado potente.
En la Pampa de Junín, a 4.300 msnm |
¡ 110 kilómetros, nada más, bajo la lluvia !
Hace un par de años, cuando Rob van der Geest, el creador de esta travesía, me comentó su idea de atravesar los Andes en bicicleta, me pareció un imposible, sobre todo al pensar en los caminos de trocha de las enormes montañas peruanas.
En este camino de Cerro de Pasco, más de quince ciclistas deciden subirse al carro de apoyo de Bike Dreams. Los otros, los más rápidos, llegaron a tiempo al hotel.
La lluvia a los cuatro mil metros de altura fue casi un imposible, junto a la altura y el frío (y sin nieve).
2 comentarios:
asuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!
qué emocionante aventura. y una aventura que no tiene que ver nada con los viajes de indiana jones pero en versión mujer y en bicicleta. esto es más que una definición. es la sensación de estar vivo. hasta puedes sentir qué tanto tu cuerpo se puede adaptar o resistir el clima.
de veras qué emocionante. super wow!. esa sensación de estar vivo nos introduce o despierta a la realidad y podemos sentir cuánto podemos adaptarnos o resistir algunas circunstancias de la naturaleza.
Publicar un comentario